martes, 19 de octubre de 2010

Feminización del sumiso

Mucho hay en la red sobre la Feminización del sumiso en la Dominación Femenina. Estoy totalmente de acuerdo en que es imprescindible que el sumiso se feminice progresivamente pero ¿cómo?
Personalmente, respetando todos los gustos y opiniones de otras Dóminas, no soy demasiado partidaria de vestir a mi sumiso como mujer, ni usar pelucas ni ligueros. Me gusta mi sumiso físicamente como es. Es cierto que podria humillarlo con una feminización física y sacarlo a la calle a exhibirlo, pero no me agrada la idea. Ya le humillo de otras maneras que detallaré en otra entrada.
Entonces, ¿como le feminizo? La respuesta es sencilla: le estoy feminizando "de verdad", no con disfraces, sino en profundidad.
Como sumiso masculino que pertenece a una Mujer, debe ir adaptando su forma de pensar, su mente, al modo en que piensa su Ama, o sea, en Femenino. Debe aprender a ser cauto, sutil, pensante, intuitivo, para captar mis Deseos sin que se los ordene directamente (eso, por supuesto, no siempre ocurrirá) Al final de su adisestramento, cuando alcance El estado de sumisión (Elise Sutton) estará pensando como una Mujer, habrá adopatado la voluntad de su Ama como su única voluntad. Habrá desaparecido su ego masculino para convertirse en simple instrumento para servirme y para adorarme y darme placer. Es su deseo y el mio.

Sexualmente, ya está adoptando actitudes femeninas. Ha descubierto lo poco que sirve su pene en la relación sexual con su Dueña. Ha aprendido a darme placer con su lengua , sus labios y sus manos en cualquier parte de mi cuerpo. Está aprendiendo (y reconozco que rápidamente) los ritmos de mi sexualidad Femenina y sabe reconocer mis contracciones orgásmicas en la vagina adptando el ritmo de sus caricias para darme mayor placer. Sabe que sus orgasmos dependen de Mi Voluntad y que estan restringidos a las necesidades físicas imprecindibles de su condición masculina (segun mi criterio y deseo), cada vez menor mentalmente.
Estoy satisfecha de su progresión. Siente gran placer en darme gusto y disfruta con sus sacrificios al renunciar a su sexo en favor de su Ama. Ya no precisa de "embestidas", sólo caricias suaves a veces y enérgicas cuando se lo requiero. Gusta de acurrucarse junto a mi cuerpo despues de darme placer, esperando alguna caricia de su Dueña que le indique satisfacción por mi parte.
Creo que esto que describo es también una pérdida progresiva de sexualidad masculina y por tanto, la interpreto como Feminizacion.
Comprendo que muchas Dóminas no estarán de acuerdo, otras si. En cualquier caso me gustaria y agradeceria mucho cualquier crítica o aportación que deseeis hacer. Por supuesto, el blog también está abierto a la opinión de sumisos (con permiso de sus Amas) o de futuros sumisos, que aún no las tienen.

Mistress Blonde

lunes, 18 de octubre de 2010

Sumisión financiera

En nuestra relación D/s la economia doméstica ha cambiado. A primera vista parece similar a la de nustra vida matrimonial previa, pero ha cambiado en lo esencial.
Los salarios llegan como siempre a las cuentas bancarias, que ya eran compartidas. La dómina y el sumiso tienen sus tarjetas de crédito de siempre, los bienes inmuebles estan ahí, etc.
Sin embargo ahora, el sumiso ya no tiene derecho a tomar ninguna decisión económica no permitida por su Dueña. Todo el dinero pertenece al Ama, así como las propiedades. El sumiso es mantenido por su Dueña y es un placer para él saber que trabaja para su Propietaria. Se le permiten algunos gastos fijos, de escasa cuantia para su vida de rutina. No tiene derecho a gastos distintos sin pedir permiso a su Ama. Es un placer para el sumiso, observar que su Dueña se permite gastos que antes se consensuaban. Ahora, la Dómina no debe rendir ninguna cuenta a su marido-sumiso. Hace sus gastos y administra el dinero a su antojo y para su placer.
La vestimenta del sumiso es comprada por su Ama según sus gustos. El sumiso puede ser premiado con algún capricho, por deseo de su Ama. Asimismo puede serle negado algun gasto habitual, como castigo.
Creemos que la negación de permiso de algun pequeño gasto extra del sumiso, aún sin causa, es un buen método de Disciplina. No debe ser tomado por el sumiso como un castigo, sino como una profundización de su estado de sometimiento. Le hace dependiente de su Ama de manera total.
Es muy probable y será beneficioso, que el sumiso en el futuro, aprenda a pedir cada vez menos a su Dueña, sabiendo que cuanto menos gaste, más poder adquisitivo tendrá su Ama para satisfacer sus necesidades y caprichos. Esta actitud, a buen seguro reportará gran placer a ámbos.

jueves, 14 de octubre de 2010

Dominación Femenina

Como Mistress me corresponde educar y moldear a mi marido-sumiso. Por supuesto sólo atiendo a mis gustos y en cuanto a los métodos, los que me parecen mas apropiados en cada momento.
Al tomar posesión de mi marido-sumiso tuve en cuenta sólo una cosa: su entrega incondicional. Se entregó en todas las facetas, para servirme en todo momento y lugar.
Es cierto que en los manuales de Dominación Femenina como los de Elise Sutton y otros, se dan muchos métodos para adiestrar al sumiso: negación de orgasmo, arnés consolador, disciplina mediante dolor... etc
A Mi, como Mistress, me parece que cada Ama puede y debe adiestrar a su sumiso como le plazca. En mi caso me interesa que profundice en su sumisión y en su Amor hacia mi persona hasta que se convierta en Adoración. Por supuesto que en lo sexual hay cambios. Ahora se trata sólo y exclusivamente de mi placer. Se perfectamente que mi sumiso disfruta lo indecible viéndome gozar de el. Estoy complacida al ver que ha comprendido que su sexo ha pasado al último término (por supuesto que tiene prohibido masturbarse sin pedirme permiso) En eso, por ahora, no tengo queja, aunque se me iran ocurriendo mas cosillas que me den mas y mas gusto. No quiero usar el dolor físico. Si no me da placer a Mi, para que lo voy a usar?. Sé por experiencia que una palabra y una mirada dura, o la indiferencia del Ama hacia el sumiso son látigos muy potentes, que producen intenso dolor mental.
Donde mi marido-sumiso falla un poco es en la servidumbre doméstica. Muestra buena disposición pero comete los fallos propios de quien no está acostumbrado. Tengo que advertirle algunas veces, que espero vayan siendo menos con el tiempo. De todos modos, va progresando. Se siente apesadumbrado de verdad com mis reproches (eso me divierte mucho).
Quiero decir algo sobre el compromiso de Dominación-sumisón. En mi caso no he exigido contrato por escrito. Me basta su palabra. Entiendo que le costó lo suyo confesarme sus deseos de sumisió a Mi, que he sido su mujer durant muchos años. Aún me rio viendo su expresión de desconcierto cuando tomé posesión de el. A pesar de todo, me ha parecido conveniente regalarle un collar. Nada ostentoso, una simple cadena de plata con las iniciales de su Dueña: M B. nunca deberá quitárselo y le recuerda siempre quien es y a quien pertenece... para siempre.

Mistress Blonde

martes, 5 de octubre de 2010

El principio de mi sumisión

Escribo, con consentimiento de mi Ama, el modo en que hemos llegado a nuestra situación. Hace muchos años que siento la sumisión a otro Ser como un deseo cada vez mas fuerte. Esto me llevó a consultar y ponerme en contacto con Amas y también Amos, a través de la red. He encontrado personas muy honradas, que me han aconsejado, por desgracia también las hay que sólo se mueven por dinero, prometiendo falsas esclavitudes basadas en el tributo.
Todo ello no paso inadvertido para mi Esposa, que se informó y mucho sobre el tema. Ella llegó, por Amor, a proponerme que acudiera a alguna sesión BDSM, siempre y cuando Ella estuviera informada. Recientemente incié una relación cyber con un Amo y fue entonces cuando mi Esposa me propuso:¿ por que diablos no te sometes a mí en lugar de a una persona que no conoces?
Francamente, aparte de sorprendido, me sentí como un imbécil. Buscando durante años una Ama y allí estaba, frente a mi: la persona que amo y he amado siempre. Tal vez por temor a ofenderla, tal vez por verguenza, no habia caido en ello. Imperdonable...
No sin reparo asentí y fue entonces cuando todo cambió. Me entregué. Le pedí que fuera mi Ama, que me poseyera en cuerpo y alma, sin restricción ni límite. Con confianza plena. Lo vi tan claro...
Debo confesar, que, al principio, tuve mis dudas sobre si a mi Ama le iba a complacer la nueva situación (perdóneme, mi Señora). Pronto se disiparon.
En pocos dias me sentia mas sometido de lo que habia fantaseado jamás. La persona a quien amo y que me ama, que me trata con dulzura, también es capaz de endurecer su semblante de improviso y advertirme con severidad de mis faltas, por leves que sean. Se ha adueñado de mi persona y he empezado a realizar tareas domésticas que nunca me habia planteado. Algunas de ellas por inicitiva propia y otras por órden de mi Ama. También se ha adueñado de mi sexualidad y sigo un adiestramiento que se basa en la plena satisfacción de las necesidades sexuales de mi Dueña. En su  benevolencia, me permite experimentar orgasmos siempre siguiendo su voluntad en cuanto al momento y la forma en que me son otorgados. Estoy comprendiendo que mi placer sexual ya no es un derecho, sino un privilegio que sólo puede ser otorgado y administrado por mi Dómina. Estoy mas que satisfecho y mi único placer es Su Placer.
Mi humor ha mejorado mucho. Cuando me siento humillado, se que es por mi bien, para doblegar mi ego, que sólo interfiere com mi sumisión. Ese pensamiento hace que me anime a perseverar, porque entiendo que debo despojarme de los restos de mi voluntad para cumplir sólo la de Ella.
En cuanto a lo material, mi Dueña lo es también de mis bienes y los administrará como desee. Confio ciegamente en ella y me encomiendo a mi Ama para que mis necesidades básicas sean cumplidas, con el fin de seguir sierviéndola como merece.
Por último, en nuestra vida social , con los amigos de siempre, etc,  mi Dueña me ha dado una palabra que si es pronunciada por Ella, significa que no estoy cumpliendo con mi deber de sumiso. En ese caso deberé rectificar y hacer que se sienta cómoda, colocándola dónde realmente está: por encima de mi, como mi Dueña absoluta.
Querida Ama y Esposa: te amo y te deseo.